Por Avelino Zurro.
Polideportivo del Club Gimnasia y Esgrima de la ciudad de La Plata, 25 de abril de 2014. En una pelea por el título latino categoría mediano de la OMB (Organización Mundial de Boxeo), el local Ezequiel Maderna, de 27 años, acaba de ganarle a Richard Vidal, de 38. Finalizado el combate "Tres Piñas" Vidal (técnico y padre de Richard) le dice a Maderna: "No festejes tanto que dentro de un par de años te traigo a este (señalando a su otro hijo, el pequeño Amílcar quien recién estaba dando sus primeros pasos en el boxeo)". Maderna contesta: "Dentro de un par de años me va a agarrar ya viejito". "Tres Piñas" retruca: "Van a tener la misma edad con que vos peleaste con el hermano".
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Hotel Esperia, en la calle Urquiza del barrio de Almagro, en Capital Federal, sábado 20 de octubre de 2018. Convocado para una entrevista con "En el deporte tengo todo", aparece por el pasillo que termina en el bar del hotel, Amílcar Vidal Jr., el jovencito de la anécdota de Ezequiel Maderna con "Tres Piñas" Vidal. Este uruguayo de 22 años y cuatro peleas como profesional, todas ganadas por knock out, estaba preparándose para en pocas horas más realizar su quinto combate en la categoría mediano, la misma que Ezequiel Maderna.
Sentado ya en una de las mesas, Vidal se acomoda una y otra vez sus anteojos mientras prendo el grabador y doy el ok para comenzar con el reportaje.
Arranca a contarnos de su vida en Uruguay: "Soy del barrio La Unión de la zona céntrica de Montevideo. Me dedico desde los seis años al boxeo. Vengo de familia de boxeadores. Mis hermanos Richard y Alejandro tuvieron su campaña en los años 90 y 2000 y mi papá en la década del 70 y los 80.Entreno en el gimnasio de mi viejo, El Fighting Club Mendoza, que queda en la zona de Piedras Blancas, la más lejana de Montevideo".
Pasada la presentación de este hincha de Peñarol, damos pie a lo estrictamente boxístico: "He combatido en el extranjero, pero nunca en Argentina. Ya conocía la Federación Argentina de Box (FAB) al haber acompañar dos veces a mis hermanos, que han entrenado en el gimnasio José Oriani; pero al estadio nunca había entrado. Me habían comentado que estaba muy bueno y que es parte de la historia del boxeo argentino. Por suerte ocurrió que me programaron para pelear en la FAB, así que estoy muy contento de pelear por primera vez como profesional en la Argentina y en el estadio de Castro Barros 75".
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Primeros pasos en el boxeo
"Arranqué a los 6 años y de a poco le fui agarrando la ondina y el gusto al boxeo. Mi primera pelea con fallo la tuve a los 16 años en el extranjero, en Brasil, ya que en mi país al ser menor de edad, por reglamento no se puede combatir. Más allá del resultado, ese debut me permitió darme cuenta de que esto iba a ser parte de mi vida. Yo vengo de familia de boxeadores y era otra la motivación. Entonces mi vida empezó a transcurrir entre entrenamientos como boxeador y los estudios, ya que era alumno del Liceo n° 55 Luis Hierro Gambardela. Por un tiempo hice las dos cosas hasta donde pude, pero eran dos actividades que requerían mucha atención. Entonces llegó el momento en que deje de lado el boxeo para poder dar fin a mi etapa como estudiante, terminando los estudios. Era algo importante para mi familia, sobre todo para mi madre (María Teresa), que deseaba que termine el colegio. Entonces postergué por un tiempo el boxeo. Seguía entrenando tres veces por semana pero la prioridad la tenía el Liceo. La cabeza estaba puesta ahí para sacar las materias. A los 18 terminé mis estudios y pude dar paso a lo que me gusta: el boxeo".
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Selección Uruguaya de Boxeo
"Inmediatamente me citaron para la selección uruguaya de la FUB (Federación Uruguaya de Boxeo) y me acuerdo que mi primer torneo internacional fue la Copa del Pacífico en Ecuador. Fue mi primer viaje solo, si bien iba con técnico y compañeros conocidos. Era la primera vez que iba a competir sin mi rincón, que a la vez es mi familia. Eso para mí es fundamental. Son los que me conocen y donde apoyo toda mi confianza, ya que vemos las cosas del mismo modo. En la Copa del Pacifico perdí mi invicto como amateur contra un ecuatoriano, que resultó finalista. Era muy buen boxeador. De esa experiencia tomé dos cuestiones. Antes de viajar yo creía que como boxeador era un superhéroe, que pegaba y los rivales se caían y no iba a encontrar alguien mejor que yo. Creo que luego de esa derrota se encendieron alarmas en mí, diciendo: 'upa, ¿qué pasó acá?'. Hoy o mañana puede aparecer alguien que haga las cosas mejor. Entonces esto hay que tomárselo con calma. Eso me hizo crecer y madurar como boxeador. Después de la experiencia en Ecuador, volví a ser citado para la selección y era para un Pre Panamericano en México. Éramos diez chicos de distintas categorías. No teníamos mucha química con el entrenador, no convencía mucho, pero en una reunión con mi familia superamos eso y me incorporé a la selección.
Lo que había empezado torcido terminó de la misma manera, ya que hubo altercados por distintas maneras de ver los entrenamientos, entre otras cosas. Esto fue llevando a separarme de la Federación Uruguaya de Boxeo y pasar a los pocos meses a la Comisión de Boxeo Amateur y Profesional (CUBAP), cuyo presidente Sergio Márquez, es uno de mis promotores".
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Campeón torneo Mercosur del CMB
"Al tiempo ingresé a un torneo llamado Mercosur 1 en el que participaban unos seiscientos boxeadores. Al ganador de cada categoría le daban la posibilidad de viajar a México. Era una beca otorgada por Mauricio Sulaiman presidente del CMB (Consejo Mundial del Boxeo).Terminé ganando el torneo y a través de la CUBAP en un año pude hacer once combates, en contraposición a lo que me brindaba la FUB que no eran más de uno o dos al año. Había logrado parte de mi objetivo: saber que entraba en un campeonato para medirme con los mejores y comprobar que les puedo ganar, que fue lo que sucedió. En la final me impuse al argentino Leonardo Almirón, integrante de los Cóndores, el seleccionado argentino que participa en las competencias de AIBA. Esa victoria fue determinante para fortalecer mi confianza. Viajamos a México con cuatro chicos más que al día de la fecha mantenemos una amistad. Resultó una experiencia inolvidable, si bien a lo que íbamos era algo duro por tener a toda la gente en contra y con rivales muy difíciles. Para eso supimos apretar los dientes, meterle garra y lograr resultados personales y colectivos muy buenos".
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Las cosas amargas que tiene el boxeo
"Así fui creciendo de a poco. No todo fue para arriba. El boxeo tiene cosas amargas como alejarte de la familia. Te lleva muchos tiempo fuera de casa. Por viajes, competencias y el mismo entrenamiento. Me pasaba que con mi mamá, entre el trabajo de ella y mis entrenamientos, solo coincidíamos apenas dos horitas en el día. Ese par de horas nos teníamos que contar y compartir todo, porque no había otra posibilidad. Esa es una de las partes duras de este deporte, pero lo tomo como parte del crecimiento. Volví de México y mi promotor me dijo que estaba la chance para debutar como profesional y después de hablarlo con mi familia le dijimos que sí. Además en la CUBAP, el reglamento nos abalaba, porque entiende que con 35 peleas como amateur ya estás habilitado para ser profesional".
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En el mejor momento, el destino tuerce el camino
"Después de México tuve un pequeño traspié. Sufrí un accidente mientras estaba corriendo en un entrenamiento. Me atropella un auto y me quebró humero y me fisuró la pelvis. Estuve un mes y medio en cama sin poder caminar. Me operaron el brazo. A los 20 años, tal vez en mi mejor momento, me pasa esto y estoy un año y medio parado, deportivamente hablando. Tratando de recuperarme y volver a ser quien era. Mi cabecita estaba muy mal. Me afectó muchísimo. Ganador del torneo clasificatorio a México, con una gran actuación también en dicho país y la chance de hacerme profesional y me sucede este accidente. Mi familia se hizo fuerte y en base a eso me plantee salir adelante. Si quería salir de la cama y terminar la rehabilitación, tenía que meterle con todo. Así la recuperación con los médicos fue a todo o nada para mí. Cuando venía la fisioterapeuta y me decía que haga ejercicios con la pelotita para recuperar el brazo, estaba las 24 horas del día metiéndole a la pelotita. Tenía que hacer cosas para recuperarme y volver a estar arriba. Y así en menos de lo estipulado volví a caminar. El tratamiento se acortó por mi cabeza y mi familia.
Salí muy fuerte del accidente. Fue determinante. Mi vida cambió y me recuperé ganando confianza en mí. Hoy en día me siento muy seguro por haber dado todo en la recuperación y hacerla a conciencia. Hay un Amílcar Vidal previo al accidente y uno muy distinto después de la recuperación".
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REFERENTES DEL BOXEO EN URUGUAY
Al preguntar por los referentes del Uruguay en materia boxística tiro sobre la mesa los nombres de Caril "El Ratón" Herrera y Noé González. A lo que Amílcar contesta: "Dos referentes de nuestro boxeo, de los que más deslumbraron en el ámbito internacional. Con Caril tengo una gran amistad. Tiene dos hermanos boxeadores: Marner y Jonathan, quien viajó conmigo a México. El papá de ellos entrenaba con el mío y eran compinches. Por eso entre familias tenemos cercanía. Cuando ellos pelean nosotros los vamos a ver y así nos acompañamos. Ayer por ejemplo me llamó Caril para desearme lo mejor".
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LA FAMILIA SIEMPRE PRESENTE.
"Mi hermano Richard también es un referente, él fue quien me motivó para dar el empujoncito final en el boxeo. Con él hice la mayoría de mi carrera, pero aclaro que mis técnicos son los tres: mi papá, Alejandro y Richard. De chico quería ser como mi hermano, lo veía en su etapa profesional y soñaba con hacer viajes como los que él hacía, por ejemplo a Alemania. Todo gurí quiere ser como el hermano. Fue una gran motivación. Y él puso mucha voluntad porque vio que había material en mí para trabajar. Y así fue mi referente, más allá de Caril, Noe, Cristian Fazzio y las campeonas del mundo Cris Namus y Cecilia Comunales, nombres importantes de la última etapa del boxeo uruguayo".
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Programa "K.O a las Drogas"
"En el año 2010, mi viejo abrió un gimnasio a través del programa 'K. O a las Drogas'. Esta política ayudó a mucha gente de la calle que estaba con adicciones al alcohol o a las drogas. El apoyo estatal era muy bueno. Mi viejo estuvo cuatro años trabajando con ese programa. Tabaré Vázquez fue determinante, ya que él lo impulsó en su primera presidencia. A Tabaré le gusta mucho el boxeo. Es fanático y lo ha practicado. Por eso su apoyo fue total y se logró que la gente no esté viviendo en las calles y que la pobreza vaya bajando. El programa fue muy importante. Se ocupó mucho de la gente. De este programa no hay boxeadores profesionales aún, pero si amateurs. Mi viejo ha sacado campeones a chicos con adicciones. Hoy en día pueden trabajar y estudiar. Les cambió la vida.
Hace poco en la tele salió un programa de toda la gente que le agradecía a 'KO a las drogas' por haberlos sacado de la situación en que estaban. Hoy son campeones nacionales o metropolitanos, Integrantes de la selección y todo gracias a la política estatal".
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¿Cuál es el mejor boxeador de la familia Vidal?
"Difícil la pregunta, pero me la voy a jugar... ¡Por favor, que no la escuchen mis hermanos! Mirá, son distintos estilos. A mí, en lo personal, me gustaba el estilo de Richard, peleador, guerrero, fajador… Se paraba en el centro del ring y avanzaba. Pero Alejandro, campeón amateur uruguayo, técnicamente era muy bueno. A mi viejo nunca lo vi pelear. Si me guio por los comentarios de la gente que lo vio arriba del ring y de los diarios, era peleador y pegador, con una mano pesadita. El mismo estilo que Richard".
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¿Para que esta Amílcar Vidal Jr?
"Como todo boxeador, tengo mis sueños, mis objetivos, una meta: tratar de buscar lo máximo, que es pelear y ser campeón del mundo. Es largo y complicado el camino, pero yo me levanto todos los días pensando en eso. Es mi motivación. El camino es para eso. Crecer firme para llegar a la meta, saltando todos los obstáculos, apretando los dientes".
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Sábado a la noche en el estadio de la FAB.
Cómo parte del festival organizado por el promotor uruguayo Sampson Lewkowicz y el cordobés Charly Tello, Amílcar Vidal se presentó contra Walter Darío Lizardo en un combate pactado a seis rounds en la categoría medianos. Vidal compartió cartelera con nombres muy fuertes del boxeo argentino: Emanuel Cusolito, Julián Aristule, Tomas Reynoso y Elías Araujo, entre otros.
La pelea de Amílcar no pasó del primer round, ya que definió el pleito con un recto de derecha a la cabeza. Además el joven uruguayo mostró, en el poco tiempo que estuvo sobre el ring, una depurada técnica y un vistoso juego de piernas.
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La profecía de "Tres Piñas" Vidal.
El futuro de Amílcar es enorme. Apenas tiene 22 años. Depende muchísimo de él para saber hasta dónde podrá llegar. La carrera la están llevando sin apuro, cuidando todos los detalles, para que dentro de unos cuantos años "El Pety", como le dicen en Uruguay, esté para las grandes carteleras internacionales.
Por lo pronto, para dentro de un par de años, más cerca que lejos, Amílcar, consciente o inconscientemente, se está preparando para volverse a encontrar con Ezequiel Maderna y cumplir con la profecía que su padre, "Tres Piñas" Vidal, lanzó un 25 de abril de 2015 en el Polideportivo del club Gimnasia y Esgrima de la ciudad de La Plata…