Por Avelino Zurro.
En el Centro Deportivo Municipal (CEDEM) n° 2 fijamos el punto de encuentro con Cecilia Román. Me pasó el horario de entrenamiento y quedamos que, al finalizar, iríamos a tomar un café para realizar la nota.
Llegué media hora antes de que termine. Entro al gimnasio Juan Carlos "Tito" Lectoure y pregunto por la campeona del mundo de la categoría gallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Señalan para el fondo, donde la sanjuanina realizaba su rutina de abdominales.
Me dicen que me siente y la espere. Aprovecho la oportunidad para ver un guanteo entre Alejandro "El Cuervo" Silva, con Juan Ledesma y Richard Meloni en el rincón, contra los hermanos Verón. Primero fue el turno de Luis y, después, de Nicolás; ambos siempre secundados por Franki, su padre.
Cuando finaliza la sesión de sparring, se acerca Cecilia. Me saluda y me pide que la espere mientras se baña.
Para hacer tiempo, recorro las paredes de ese histórico gimnasio y veo los murales pintados en homenaje a grandes boxeadores argentinos, entre ellos: Raúl Horacio Balbi, Marcos Réne Maidana, Julio Pablo Chacon y Oscar Natalio Bonavena. Poderosamente me llama la atención que no haya ningún mural de las tantas campeonas del mundo que tenemos y tuvimos en el país. Incluso muchas de ellas entrenaron y aún lo siguen haciendo en ese gimnasio, es el caso de Marcela "La Tigresa" Acuña, Yesica" La Tuti" Bopp y Érica "La Pantera" Farías.
A los pocos minutos Cecilia baja las escaleras de los vestuarios. Saluda a sus compañeros y salimos del CEDEM para buscar un bar donde tomarnos un café.
Caminamos por Juan Bautista Alberdi. A la altura del 4735, encontramos la panadería y cafetería "Candela". Entramos, pedimos dos cortados; Cecilia sumó un alfajor de maicena y comenzamos la charla.
DE CHICA, JUGADORA DE VOLEY. DE GRANDE, BOXEADORA
Terminados el café y el alfajorcito, Cecilia comparte su historia:" Arranqué con el boxeo a los veintitrés, justo en el último año del profesorado de Educación Física. Un día cualquiera, me proponen aprender la parte técnica de este deporte para después enseñarlo. También me preguntaron si me animaba a hacer una pelea para saber lo que sienten los boxeadores arriba del ring. Ese terminó siendo mi punto de partida.
Yo venía de practicar otras disciplinas. Atletismo y Vóley de manera federada. Tanto uno como otro me los tomaba muy en serio. Cuando inicio una actividad es por un objetivo y para cumplirlo".
Le preguntó si viene de una familia con tradición en el deporte de narices chatas, a lo que Cecilia contesta: "En mi familia nadie hizo boxeo. Mientras iba a la escuela primaria, siempre hacia el mismo camino para ir a la casa de mi abuela. A la vuelta de donde ella vivía estaba el club Mocoroa, uno de los más importantes que tiene el boxeo de San Juan. Yo pasaba todos los días por la puerta pero nunca pensé que iba a terminar practicando este deporte".
LA DURA CARRERA COMO AMATEUR EN LA REGIÓN DE CUYO
Mario Cabello, ex boxeador sanjuanino, fue su primer entrenador en el boxeo. Juntos compartieron la etapa amateur. Al pasar al profesionalismo, terminaron la relación en su segunda pelea.
Como amateur disputo 24 combates. Tuvo dos empates y el resto fueron victorias y derrotas en iguales proporciones. Es un récord muy llamativo para una campeona del mundo. Pero Cecilia explica los motivos de esta particularidad: "Se dio porque siempre teníamos las mismas rivales. Las chicas eran de Mendoza o La Rioja. Todo se resumía en cuestiones económicas. Se hacía muy difícil costear viajes que fueran a distancias considerables, por eso siempre se combatió en la región de Cuyo. Entonces las boxeadoras de la zona nos enfrentábamos siempre. Local o visitante. Cuando venían a San Juan era un resultado y cuando yo iba a La Rioja o Mendoza se daba el resultado contrario. Las localias son muy fuertes en ese tipo de festivales, por eso me quedó ese record".
En esa instancia le quedaron las ganas de disputar un Torneo Nacional o combatir en Buenos Aires. Hoy Cecilia, al vivir varios meses al año en Caseros, ve con asombro la cantidad de festivales que hay en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Estos eventos le dan mucha competencia a los boxeadores que no son profesionales.
"En esa etapa trabajaba y entrenaba- señala Cecilia-con enorme esfuerzo podía hacer las dos cosas a la vez. El trabajo me sirvió para invertir en mi carrera amateur. Para poder desarrollarme como corresponde, comprando los implementos necesarios y que me dé la tranquilidad de entrenar y que no me falte nada".
ESPERANDO EL DEBUT, LLEGÓ LA MATERNIDAD
Mientras que en la cafetería vemos pasar medialunas, licuados y alfajorcitos por todos lados, en la charla decidimos volver al duro inicio en el boxeo. En el transcurso de la nota, la valentía y determinación de Cecilia se van amalgamando en mi grabador. "Estuve un año entrenando para debutar como amateur. Fue difícil por ser mujer y tratar de encontrar a otra que estuviese en la misma situación que yo. O que estuviese por debutar o que tenga una pelea. Tres veces estuve a punto de combatir y las oportunidades se cayeron una tras otras. En ese año que pasó mientras buscábamos la posibilidad, nació mi primer hijo. Después de su nacimiento pensé que no iba a volver a pelear más. Pero tuve paciencia y respeté los tiempos de mi niño. Pasaron siete meses y retomé los entrenamientos. Ahí si pude concretar mi ansiado debut, ya siendo madre".
Le pregunto si el instinto de madre aplaca al de la boxeadora. Digamos, si una tiende a cuidarse más, a no arriesgar el cuerpo y la salud, sabiendo que un bebé la espera en casa. La respuesta: un rápido y seco "No". "Sí me pasó que yo pensé que no iba a seguir boxeando. Pensé que se me iba a ser muy complicado llevar las dos actividades a la vez. Un bebé necesita a su madre constantemente a su lado. Mi preocupación era que no tuviese tiempo para el boxeo. Pero pude. Demoré mi regreso, fue lento y con paciencia. La prioridad en ese momento de mi vida era mi hijo, por lo tanto el boxeo quedó relegado pero no lo abandoné. Todo se acomodó y retomé la actividad".
INICIO EN EL PROFESIONALISMO: DERROTAS Y CUESTIONES A RESOLVER.
Como profesional debuto ganando y después sufrió cuatro derrotas consecutivas. Perdió con Carolina Rodríguez, Vanesa del Valle Calderón y dos veces con Julieta Andrea Inés Cardozo. Transitó un período de casi cuatro años sin victorias. Este nuevo obstáculo en su carrera como púgil, señala la cantidad de dificultades a las que se repuso Cecilia, demostrando una capacidad de lucha importante. Así detalla ese momento de su vida: "Personalmente estaba pasando un momento difícil. Andaba a los tumbos, pero pude superarlo y encaminar mi carrera.
Dejando atrás a mi primer entrenador, aparece en mi vida deportiva José Rojas, presidente del Club Raúl Landini. Me entrenó y fue determinante para mi proyección, ya que tanto él como el club me apoyaron para mi relanzamiento como boxeadora. Se organizaron festivales en los que participé y todos hacíamos lo que fuera necesario para poder avanzar. Se buscaron auspiciantes para solventar la parte económica, ya que la cuestión de estructura para entrenar y combatir estaba armada".
PRIMER OBJETIVO: TÍTULO ARGENTINO
Con José Rojas en su rincón tuvo una etapa exitosa de nueve combates, no perdieron ninguno y lograron el primer título importante de su carrera. Fueron casi dos años en los cuales el destino pugilístico de la sanjuanina apuntaba a cosas importantes. Cecilia lo explica así: "Nos propusimos lograr el título argentino, para eso era necesario tener diez peleas como profesional y lo conseguimos en base a muchísimo esfuerzo tanto arriba como abajo del ring".
El diez de septiembre de 2016, en el Club Social y Deportivo Aberastain, en Pocitos, provincia de San Juan, María Cecilia Román vence por puntos en decisión unánime a Anahí Yolanda Salles y se consagra campeona argentina en la categoría gallo.
Con su primer triunfo importante se termina el vínculo con la gente del Club Landini. La campeona explica lo sucedido: "Se cumplió con el objetivo pautado y de común acuerdo se terminó la relación. Una etapa determinante hacia mi gran objetivo: el título del mundo. Así, me quedé con el título en la mano, pero sin club que me represente, sin técnico que me guie y sin espacio para entrenar". Con su carrera encaminada y enfocada al ámbito internacional, Cecilia tenía un nuevo escollo que sortear en su vida. Así lo describe: "Como le comente en ese momento a una amiga, en el pico de mi carrera deportiva no podía festejar, me había quedado sola y otra vez aparecieron las dudas sobre si seguir o no en el boxeo. Seriamente me rondaba en la cabeza la idea de dejar. Es casi imposible hacer pie sola a tal nivel deportivo, ya que se necesita una estructura importante para competir, un grupo de personas que te guíen y apoyen".
LA QUE NO ARRIESGA NO GANA
Y en medio de todas esas dudas e incertidumbres, la sanjuanina hace la jugada más importante de su vida boxística: "Arriesgue para toda la cuenta y me fui para Buenos Aires a entrenar. Me dije, si esto va a terminar, que sea probando de entrenar allá. Y me vine por dos semanas, después estuve un mes, la vez siguiente fueron dos meses". Así, de a poco, comenzó a adaptarse a un lugar nuevo y muy diferente a su San Juan natal. Aparece el entrenador Juan Ledesma para vivir una nueva forma de entrenarse y prepararse. En la cuestión física queda bajo las órdenes de Richard Meloni. Además conoce a sus nuevas compañeras de gimnasio, entre ellas, ni más ni menos que las campeonas del mundo Yesica Bopp y Erica Farías.
Ese nuevo mundo boxístico le llevo a Cecilia un año de puesta a punto para estar a la altura de las exigencias de Ledesma y Meloni en el gimnasio de Caseros.
CON LA FAMILIA APOYANDO, CAMPEONA DEL MUNDO
"Mis hermanas y mi tía han sido pilares fundamentales, ya que con ellas puedo coordinar el tiempo que viajo a Buenos Aires a entrenar y que no les falte nada a mis hijos.
El primer año de viajes fue tremendo. La separación de mis niños durante semanas o meses, según la planificación de Juan, era terrible y muy sacrificado. Para mí, que estaba completamente sola, y para ellos, que a pesar de que estaban con mi familia se separaban de su mamá. Por eso el día que logré lo máximo en el boxeo, el título del mundo, en lo único en que pensaba era en irme inmediatamente a San Juan para estar con mis niños. Increíblemente fue un momento de angustia porque se me vino encima todo el esfuerzo realizado desde mis inicios. Tenía sentimientos encontrados, felicidad y angustia. Todo lo que tuve que luchar y todo lo que soporto mi familia.
Aterrice en San Juan y me hicieron una caravana, me pasearon por el centro, llegue al mediodía y hasta las 19 hs no pude llegar a mi casa para estar tranquila con mis niños. La primera semana en San Juan fue de entrevistas en entrevistas. Era la segunda campeona del mundo de la provincia después de Leonela Paola Yudica".
BOXEO FEMENINO PEGA PERO NO PAGA COMO EL MASCULINO
La cuestión económica del deporte argentino es dura. Cecilia nos detalla los duros combates que tiene debajo del ring: "Primero, lamentar que el boxeo femenino no tenga la misma paga que el masculino. Las diferencias son abismales. Además, juntar la plata de los sponsor es todo un tema. Tanto para los que son privados como para los que vienen del Estado sanjuanino, les cuesta igual. En mi caso tengo doble gastos. El mío en Buenos Aires, ya que pago alquiler, servicios, alimentación y la preparación boxística. Más los de los niños en San Juan. En un momento tuve la idea de traerlos a Buenos Aires mientras continúe como boxeadora para no estar separados. Pero al ser tan pequeños no han podido adaptarse a la ciudad. La difícil situación económica del país hace que los sponsors tengan meses donde no puedan cumplir con lo pactado y eso repercute en la organización y estructura tanto familiar como deportiva. Es todo inversión y nunca está la seguridad de pelear para poder recuperar la plata. Hay angustia. Una cuando sube al ring baja con dos sensaciones. Alegría por la victoria pero incertidumbre por saber cuándo se vuelve a pelear. Puede haber años de una o dos peleas, no más. Y esa es la fuente de ingreso de uno. Yo me mato en la preparación física. No se ve todo lo que hago. El deporte va directo al resultado, lo previo no se analiza. Y de eso hay mucho en el boxeo. Al crecimiento deportivo no se le da importancia. Tal vez perdiendo pero dando un lindo espectáculo se valora lo mismo que al que triunfa. Pero la entrega y la lucha dan satisfacciones".
ROCK, TATUAJES Y TINTURA.
No todo es boxeo en la vida de la campeona del mundo nacida en Villa Mallea. Le pregunto por los colores de pelo que luce habitualmente y cuenta lo siguiente: "Los colores de pelo que uso son el verde y el lila porque son los que más duran. Hace cuatro años y medio que me tiño". Le pregunto porque no se tiñe toda la cabeza y me contesta:"Porque me gusta conservar alguna parte natural".
Dejamos atrás el tema de las tinturas para pasar a los tatuajes, que visiblemente se notan en diferentes partes del cuerpo: Preguntó por la cantidad y desde que época los tiene: "Me los hice hace tiempo, no desde chica. Me gustan mucho. Tengo de Lucas y Ana, mis niños. Hay referidos a la música, por ejemplo los de Pink Floyd, que me empieza a importar en una etapa de cambio en mi vida y esa música me hizo sobrellevar esa época".
Pasamos a la música y Cecilia cuenta su gusto por el rock nacional. Enumera al grupo liderado por Germán Daffunchio, Las Pelotas, y cuenta que tuvo la oportunidad de verlos tocar en vivo. Es de su agrado la banda de Junior, La 25, como también Las Pastillas del Abuelo. Me aclara que escucha algo de blues. Le pregunto por el recital de Rogers Waters en el Estadio Único de la ciudad de La Plata, al que asistió con sus dos hijos, y lo cuenta como una experiencia hermosa que compartió en familia.
AMO AL DEPORTE
Quiero saber de una frase que he visto en sus redes sociales: "Amo el deporte" y Cecilia aclara: "A los ocho años me di cuenta que mi lugar en el mundo es dentro del deporte. Aprendí muchísimos de todos los que practique, pero sobre todo de los de combate: además del boxeo, Artes Marciales Mixtas (MMA) y KIck-Boxing. Los deportes de contacto me ayudaron a levantarme y seguir para adelante. A vos te meten una piña y si te dolió, te quedas pensando y te metieron diez más. Se recibe un golpe y se sigue, no se puede parar. Eso te forja el carácter y la conducta".
JUAN LEDESMA Y RICHARD MELONI
Juan Ledesma, su entrenador, es un punto importante en el reportaje: "Es un genio, te transmite lo que siente, la pasión por el boxeo. Se tiene muchísima confianza y te la contagia. Eso no me paso con otros técnicos. Por ejemplo, tenía uno, que cuando subía conmigo al ring, sentía el mismo miedo que yo y eso también se transmite. Lo tenía que calmar a él. Con Ledesma eso no me pasa. Juan lo que piensa, lo hace y lo cumple. Eso me deslumbro. Cuando voy a pelear, me habla y sus palabras me entran. Me dice que soy una bestia, me lo creo y arranco la pelea convencida de lo que tengo. Transmite seguridad, invita a progresar, nunca te limita. Vi técnicos que no aceptan que el pupilo les marque algo. Con Juan eso no pasa. Acepta cualquier comentario o indicación. Me enseñó a trabajar en equipo.
Junto con Richard Meloni forman un rincón súper profesional que no solo obtienen resultados en el aspecto deportivo, la parte humana también la saben desarrollar y son muy compañeros. Eso es muy importante en un caso como el mío que dejo a mi familia para venir a prepárame con ellos".
DEVUELVO TODO LO BUENO QUE HE RECIBIDO
A través del boxeo Cecilia ha podido volcar y compartir su sensibilidad social. Participó en distintos eventos tanto en el partido de Tres de Febrero como en su San Juan natal. La idea de ayudar a personas con diferentes dificultades es vital para ella: "Nunca hay que subestimar a nadie. Todos somos capaces. Creo en la gente, todos podemos llegar a lo que anhelamos, por eso ayudo. También hago videos motivacionales para todos aquellos que quieren luchar y saben todo lo que yo pasé y me esforcé. En San Juan todos conocen mi esfuerzo y es muy reconocido, por eso me piden que haga ese tipo de videos o que participe en jornadas para que entiendan que se puede. Devuelvo todo lo bueno que he recibido".
Con esa definición terminamos la entrevista y salimos de la cafetería "Candela". Caminamos unas cuadras por Juan Bautista Alberdi hasta que nos separamos en una esquina. Cecilia dobla y se dirige a su casa para descansar y mentalizarse para los combates que se le vienen: el del 21 de diciembre contra Vanesa Lorena Taborda que terminó sin decisión por un choque de cabezas, y los que decidan ponerle enfrente, tanto la vida como el destino.