Boxeo

MEMORIAS DEL ÚLTIMO VALIENTE

Por Avelino Zurro.

El 30 de julio de 1977 se retiraba de los cuadriláteros Carlos Monzón. Lo hizo con una trabajosa victoria sobre Rodrigo "Rocky" Valdés. Fue por puntos en decisión unánime.
De "Escopeta" a nivel boxístico existen todo tipo de análisis y estadísticas. De "Rocky" también.
Cualquier tipo de comentario sería redundante. Para evitar eso, comparto una breve crónica del maestro colombiano Alberto Salcedo Ramos, que relatando la vida de Rocky, termina graficando la enormidad del oriundo de San Javier.
El texto esta publicado en el libro" Los Ángeles de Lupe Pintor" de editorial Almadía y se llama:" Memorias del Último Valiente".
Comienza narrando el combate de Rocky contra Benny Briscoe, al que caracteriza como un buque acorazado, por su extrema dureza. Round tras round se va construyendo la épica victoria de Valdés, donde la pluma de Salcedo Ramos nos lleva dentro del ring.
Explica los orígenes de Valdés en Cartagena. Su dura infancia, transitada como huérfano. El ingreso al mundo laboral, a sus siete años. A los diez ya conformaba un grupo de pescadores temerarios que buceaba entre tiburones en el mar, con un taco de dinamita en las manos, para sacar los peces hasta la superficie a punta de fogonazos.
Ya en su etapa de boxeador marca el paso del muchacho de provincia hacia una metrópoli problemática como Nueva York. Donde para poder entrenar en los gimnasios, tiene que recurrir a las señas para poder hacerse entender. Así sucede con el entrenador Gil Clancy y el sparring Emily Griffth, donde el autor cuenta que Rocky solo distinguía el "good moorning" y el "one-two-three".
Salcedo Ramos enmarca el único pecado de Valdés: haber coincidido en el peso y en el tiempo con Carlos Monzón, quizá el mejor mediano de la historia.
Llegando al final, agrega el comentario de George Gainford, un mánager de los años cuarenta del siglo pasado, que enseñaba: "cuando dos boxeadores son tan jodidamente buenos que uno no sabe cuál es el mejor, la diferencia la hace la estatura". Monzón le llevaba nueve centímetros a Valdés.

Nota: Es Valdés y no Valdez conforme documentación aportada por el periodista mexicano Eduardo Lamazón en su cuenta de Twitter(lamazon_oficial) donde muestra un documento que acredita la identidad de Rocky.

Diseño Gráfico: Sebastián Villamil

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