Por Avelino Zurro.
Adrián Sasso es el nuevo participante de esta sección en la que boxeadores y boxeadores relatan sus sensaciones arriba y abajo del ring.
Es el actual campeón sudamericano de los súper welter y nº 1 de esa categoría en el ranking argentino. Lleva una campaña de 18 combates, con 16 triunfos y 2 derrotas.
Desde Río Cuarto, provincia de Córdoba, Sasso compartió estas respuestas y reflexiones:
¿Qué es el boxeo para vos?
Es un gran deporte que lo veo muy reflejado a lo que nos sucede en la vida misma: tiene seres queridos, mucha gente que te rodea, pero cuando suena la campana, te quedas sólo y arriba. A partir de ahí son tus decisiones, es tu momento y depende de vos mismos para brillar o cumplir la meta que tenias.
¿Por qué boxeas?
Porque de muy chico arranqué con el deporte. El boxeo es hereditario de mis abuelos, papá, mamá y mis hermanos. Desde que tengo noción le pego a la bolsa, me crie en un gimnasio de boxeo. De ahí empezó mi amor hacia este hermoso deporte.
¿Qué sentís arriba del ring respecto de tus rivales?
De por sí siento una admiración muy grande por mis rivales y por los boxeadores en general. Porque se lo duro que es ser boxeador. Creo que con eso se ganaron mi respeto. Siempre digo que los boxeadores nunca tienen miedo, suben consientes de lo que van a hacer y pueden sentirse superados, si obvio, pero nunca miedo, si subieran con miedo no podrían boxear. Abajo del ring también es difícil, como hacer dieta, entrenar duro y por tan poco, que es de la manera en que se valoriza en este país a los boxeadores.
¿Qué sentís cuando bajas del ring después de una pelea?
Siempre se siente un alivio, un plus por terminar un trabajo. Saber que podés descansar por unos días después de meses de trabajo durísimo. Sea como sea el resultado, uno siente un alivio muy lindo de poder haber hecho el trabajo por el cual se preparó tanto.
¿Qué te dio el boxeo hasta ahora?
Me ha dado muchísimo: trabajo, salud, ser una buena persona y tener una familia. Tal vez no se valoriza desde el lado de afuera pero hoy por hoy, le agradezco la persona que soy al deporte de los puños. Soy un bendecido de poder vivir del boxeo, tener un gimnasio y dar clases. Estoy agradecido a este deporte por haberme formado de la manera que soy.
¿Cuál es la característica del boxeador argentino?
Siempre lo considere de varias características. Los rusos o kazajos, por ejemplo, son muy fuertes y no tan buenos boxísticamente; en cambio el boxeador argentino en ese sentido es muy combinado. Tenes los que boxean, los aguerridos y estilistas. Hay muchas variedades, muy lindas y eso hace que seamos competitivos, porque hay de todos los estilos y vamos siempre para adelante. Siento que nos destacamos mucho por el orgullo, como otros deportistas que lo viven igual, por el hecho de ser argentinos.
¿Alguna vez tuviste miedo arriba del ring?
Jamás tuve miedo arriba del ring. El boxeador que sube a pelear no siente miedo. Si se puede sentir superado en varios aspectos, pero nunca con miedo. Eso se traba psicológicamente para que no pase. Si, tener los nervios de ver como me va a ir o que me va a pasar. Esa duda está y es innegable, pero el miedo no puede existir.
¿Por qué se dice que el boxeo es el deporte indicado para ayudar a chicos y chicas con dificultades tales como marginalidad, adicciones, problemas físicos o psicológicos?
Siento que el boxeo es un deporte que te refleja la vida misma. Los boxeadores de la calle o barrios se sienten cómodos en los deportes individuales y no grupales. Los problemas que tiene cada persona son difíciles, durísimos; como la droga, vivir en la calle o tantos otros. Para ellos, está el boxeo que los puede sacar de todo eso. Porque uno arriba del ring toma decisiones y los puños son el doctor que a todos les falta. El boxeo tiene algo de magia o que llama a quienes están con problemas y los ayuda para poder salir a flote. Tengo compañeros que han sufrido adicciones y gracias al boxeo, no han salido campeones, pero andan con la frente en alta por la calle porque pudieron tener trabajo, formar una familia y agradecen a los entrenadores, como mi padre, por todo lo que les brindan.
¿El boxeo te sacó algo de tu vida que quieras recuperar?
No, por el momento no me saco nada que quiera recuperar. Es duro el tema de los tiempos, en mi caso tengo dos hijos y no puedo compartir mucho tiempo con ellos. Son horas de entrenamiento y concentraciones y eso te hace perder muchísimas cosas lindas. Puede ser que algo de eso me haya quitado, pero espero que en el día de mañana los pueda disfrutar mucho más que ahora. No va a ser lo mismo porque ellos ya van a tener su independencia como todos los chicos que van creciendo, pero hasta ahora no me ha sacado nada tan duro.
¿Qué enseñanza te dejo el boxeo que la podés aplicar a situaciones de la vida diaria?
Muchísimo, por ejemplo, el respeto que es lo mas importante que me enseñó en la vida. Con eso podés caminar con la frente en alto, cuando sabes respetar al otro. El boxeo te lo da cuando antes de comenzar una pelea, chocas los puños con tu compañero, y cuando terminas después de golpearte como un loco, lo abrazas y le decís que hizo un buen combate. El boxeo te enseña que la vida no es para llevártela por delante, robando o drogándote, si uno busca el bien, los resultados aparecen. El respeto es lo más hermoso que te enseña y para la gente con dificultades, es algo muy bueno que se pueda inculcar para que mejoren.
El boxeo profesional en la Argentina ¿Es un deporte o un trabajo?
Se debería considerar como un deporte, pero últimamente en la Argentina cuesta levantar al boxeo. El ochenta por ciento de los boxeadores a nivel nacional lo toman como un trabajo y eso representa todo un desafío. Tiene que haber un cambio para que se vuelva un deporte en el sentido de que el boxeador pueda cobrar una buena bolsa y no tenga que salir a trabajar para poder sostenerse económicamente y así entrenar y vivir como un deportista.