Por Avelino Zurro.
Alejandro Domínguez, entrenador de la Selección Argentina por diez años, nos contó su formación, experiencias y la manera que tiene de entender este deporte.
Ex boxeador amateur y profesional, habló de lo que significó Sarbelio Fuentes en su vida y la admiración por la escuela cubana de boxeo.
Estas son sus apreciaciones:
¿Cómo llegó ser técnico?
Primero fui boxeador amateur, hice 31 peleas y competí en cinco campeonatos nacionales de los que gané cuatro. En el primer año con la selección participé en los Panamericanos de La Habana 91. En el segundo participé en las eliminatorias para los juegos olímpicos de Barcelona 92, no puede clasificar y me pasé al profesionalismo.
Como profesional hice 19 peleas, perdí una sola y en la número 18 se me desprendió la retina. Por reglamento no se puede seguir boxeando y en charlas con dirigentes de la Federación Argentina de Box (FAB) me mandaron a Cuba para hacer un curso de técnico. Ellos, por su parte, ya tenían contratado a Sarbelio Fuentes. Cuando volví del curso lo empecé a ayudar y de esa manera comenzó mi carrera como entrenador de boxeo.
¿Cuántos años estuvo en la Selección como entrenador?
Fueron diez años y participé en dos juegos olímpicos: Sídney 2000 y Atenas 2004. Además, estuve en varios mundiales y juegos panamericanos.
¿Qué le dejó su paso por la Selección?
Mucha experiencia, trabajo, anécdotas y aprendizaje. Con Sarbelio Fuentes trabajé seis de los diez años que estuve en la selección. Inmediatamente que empecé a trabajar a su lado me enseñó lo que sabia. Ese tiempo fue un curso de lo más grande que pude haber hecho para formarme. También tomé cursos internacionales de AIBA, pero el aprendizaje con uno de los mejores entrenadores del mundo fue lo máximo que me pudo haber pasado. Además, Sarbelio fue como un padre para mí. Creo que debe haber sido uno de los mejores entrenadores que piso la tierra argentina.
¿Trata de seguir sumando conocimientos para mejorarte como técnico?
Si, un entrenador siempre tiene esa parte de seguir mejorando, la curiosidad por la evolución. Eso no se termina nunca. Es algo constante. Sarbelio siempre me decía: 'tengo miedo de dejar de aprender'. Eso es verdad, cuando das charlas, cursos o en el mismo gimnasio, uno sigue aprendiendo.
¿Tiene su manual de estilo de entrenamiento y lo respeta a rajatabla o lo varía según la ocasión o el boxeador?
Hay proyectos de entrenamiento o planificaciones que son rígidas pero cada boxeador tiene sus particularidades. Hay enseñanzas que son para todos, como la parada de combate y los distintos golpes. Pero cada boxeador tiene sus particularidades.
¿Qué tres cosas son necesarias para que una persona que entra al gimnasio se transforme en boxeador?
Primero, es la parte física, estar en forma y hacerse los estudios médicos correspondientes. A mí me gustan los boxeadores de competencia, no la parte recreativa. Todo el mundo tiene posibilidades. Si no podés ser competitivo, seguís entrenando que es muy bueno para la salud.
¿Qué tipo de boxeador le gusta entrenar: noqueador, estilista o estratega?
La verdad es que cuando un boxeador tiene calidad puede ser de cualquier característica. Lo que más importa es la calidad que tenga. Hay boxeadores que tienen una calidad extrema y pueden adaptarse a todo.
¿Qué características les imprime a sus boxeadores y es su marca registrada?
A raíz de lo que estaba diciendo, la característica puede ser secundaria en base a la calidad que tenga. A mí me gusta que trabajen mucho al cuerpo, cuando hablamos de táctica, no solamente a la parte superior. Es una condición que me gustaba cuando yo competía y se lo vuelco a mis boxeadores.
¿Qué boxeador argentino de cualquier época le hubiese gustado entrenar?
Entrené boxeadores en la selección, junto a Sarbelio, que me han dado muchas satisfacciones. Fue un lujo entrenar a Omar Narváez al igual que a Pablo Chacón, quien obtuvo el mejor resultado por su medalla olímpica en Atlanta 96. Narváez tendría que haber sido medallista olímpico, pero por circunstancias de la vida no lo fue. Estar en el rincón de esos boxeadores es como estar en un Formula 1. Hay tantos boxeadores argentinos de calidad que hubiese sido un lujo estar con ellos. De tiempos anteriores puedo nombrarte a Nicolino Locche y Carlos Monzón. Hubo infinidad de boxeadores de calidad.
¿Tenes algún referente argentino o extranjero en la dirección técnica?
En Argentina hubo muchos entrenadores buenos. Por resultado hay que nombrar a Amílcar Brusa pero repito, muchos entrenadores buenos como Paco Bermúdez o los de la Federación.
De afuera hay mucho bueno. Se habla de famosos como Freddie Roach pero hay unos cubanos que estuvieron en esa selección que van a dar que hablar como Pedro Diaz y Pedro Roque Otaño. Ahora están en Estados Unidos y esa gente está por arriba de todo lo que se conoce.
¿Recorre a YouTube para ver entrenamientos de técnicos como Freddie Roach, Roberto García o Eddie Reynoso?
A veces uno mira todo eso porque trabajan con boxeadores de elite. Pero miro a Pedro Roque Otaño y Pedro Diaz. Todos los técnicos miramos a los entrenadores que tienen a los boxeadores de elite.
¿Hay que trabajar en el aspecto educativo en los boxeadores jóvenes?
Si, el boxeador tiene que estudiar a parte de entrenar. Si trabaja, también está bien. Tiene que mantenerse activo no solamente con el entrenamiento de boxeo sino con la educación. El boxeador que va a la escuela en la etapa que sea, aprende mucho más rápido.
¿Los boxeadores amateurs y profesionales pueden estudiar o trabajar a la par de sus carreras boxísticas?
Podes trabajar según el horario y según el tipo de trabajo. Si sos profesional y trabajas 12 horas, se complica. Siempre depende del tipo de trabajo.
Si tiene un boxeador amateur que acumula derrotas, empates y recibe muchos golpes ¿El entrenador debe frenar su carrera para proteger su salud o se intenta cambiar de estilo o se espera el debut profesional?
Creo que hay que darle prioridad a la salud. No hay que dejar que se golpeen. Hay que tener tacto y protegerlos. El amateur que recibe muchos golpes en el profesionalismo se le va a complicar mucho más. Siempre hay que proteger a la persona.
¿Cuál es el mayor logro al que aspira un entrenador'
A simple vista seria tener boxeadores con una buena carrera y campeones mundiales. Después hay otras cosas, aspectos de mucho valor como que ellos te recuerden como alguien que les enseñó no solo la parte física, técnica o táctica sino en el día a día. A vivir mejor y tener modales, eso tiene mucho valor.
¿Es una profesión redituable económicamente?
Depende mucho de la suerte. No todos los entrenadores van a un tener campeón del mundo. Puede haber tres gimnasios en una cuadra y a uno de esos le caen tres boxeadores de calidad y en los otros dos, en toda la vida, no les cae un solo boxeador de calidad. Además de la suerte hay que ser buen entrenador.
Definase como entrenador.
El entrenador es una persona que siempre trata de enseñar y colaborar con los boxeadores. Es como el profesor de universidad o escuela, ayuda a que sus dirigidos crezcan.