Por Avelino Zurro
Demian García es el protagonista de la sección que busca dar a conocer la formación, pensamiento y metodología de trabajo de los entrenadores argentinos.
Responsable del boxeo en el Club Atlético All Boys y uno de los socios en la conducción del Acoyte Boxing Club (junto a Leo Pessano); Demian García nos contó su visión del deporte a través de sus respuestas.
¿Cómo llegaste a ser técnico de boxeo?
Empecé tempranito a los doce o trece años con mi amigo Maxi, una persona con la cual terminamos siendo familia y que lamentablemente falleció. Él me llevó por primera vez a un gimnasio de boxeo. Fue en 1995 o 1996 en Tauro Box, barrio de Flores, en Culpina y Alberdi. Era un gimnasio viejo de madera, quedaba en la planta alta de una carpintería. Tenía un perfil competitivo con poco boxeo recreativo. Estuve seis o siete años hasta que cerró la carpintería y de esa manera el gimnasio. Me fui al Almagro Boxing Club, con el profe Herrera, porque me quedaba cerca para entrenar. Después pase por el Club de la Pelea y de ahí al Legendario que ya era un poco más recreativo, hasta llegar a EvanderGym con Leo Pessano y Esteban Gallego. En ese momento hice mi última pelea porque arrastraba problemas en la columna que me afectaban muchísimo. De eso ya pasaron diez años y en esa época en la que entrenaba con intención de competir, empecé a ayudar en algunas clases. Arranqué en Evandergym con los chicos que hacían competitivo. Después le daba una mano a Popi Fernández en las clases que daba en un gimnasio del centro. Así, de a poquito me pase a entrenador. Ahí entrenaba mitad del día y la otra me dedicaba a dar clases. Ya en los guanteos fuertes sufría mucho el dolor en la columna y tenía que darme inyecciones. Entonces me decidí a dar clases y dejar de entrenarme. Hice el curso de técnico en la Federación Argentina de Box, estudié para preparador físico y realicé diferentes cursos. EvanderGym fue mi punto de partida y después con Leo fundamos Acoyte Boxing que es mi escuela de boxeo. En ese momento me largue cien por ciento al boxeo, de la mañana a la noche. Después apareció All Boys, mi club de toda la vida, que me llamaron para dar una mano con este deporte y empecé de a poquito para avanzar hasta lo que logramos hoy en día.
¿Tratas de seguir sumando conocimientos para mejorarte como técnico?
Me baso mucho en la experiencia más allá de hacer cursos o leer. Aprendo de las cosas y momentos que me van pasando. Me apoyo mucho en eso.
¿Tenes tu manual o estilo de entrenador y lo respetas a raja tablas o lo varias si la ocasión o el boxeador lo requiere?
Uno tiene un librito con sus formas en base a pensamientos e ideas armadas, pero siempre va sujeto a las características de los boxeadores y boxeadoras. Mi estructura es bastante flexible dependiendo, siempre, de las características de los chicos.
¿Qué tres cosas son necesarias para que una persona que entra a tu gimnasio se transforme en boxeador o boxeadora?
Por un lado, está la parte humana, en cuanto al respeto para ponerse a disposición y de confiar en el trabajo de uno. Por otro lado, la parte física y técnica, acompañadas con las ganas de transformarse en boxeador.
¿Qué tipo de boxeador te gusta entrenar: noqueador, estilista o un estratega?
Disfruto mucho del boxeo y disfruto de cada estilo. Del noqueador que busca su mano y cuando la encuentra es hermosa al estilista que se tiene que enfrentar con un golpeador y sabe hacer el bailecito de los pies y saca la pelea adelante con eso. También al contragolpeador, disfruto mucho, no tengo una preferencia.
¿Qué características le imprimís a tus boxeadores y es tu marca registrada?
A mi particularmente y con mi compañero (Leo Pessano) que vemos el boxeo parecido, hacemos mucho hincapié en que tengan variedad de recursos, repertorio y que puedan resolver el famoso pensar y boxear. Que tengan la capacidad de resolver a través de herramientas que uno intenta darle más allá de las características que tengan. Intento plasmarles a los chicos que puedan resolver por ellos mismos. Que no sea tirar por tirar. Que sepan que si son boxeadores que van al frente que entiendan que puedan caminar un poquito que se den cuenta de eso, si les conviene cruzarse o no. Que puedan resolver más allá de las indicaciones que uno les grite durante la pelea. Esta bueno que lo puedan desarrollar.
¿Qué boxeador argentino de cualquier época te hubiese gustado entrenar?
De chico miraba mucho con mi viejo a Jorge Fernando 'Locomotora' Castro y Juan Martín 'Látigo' Coggi. Me hubiese gustado entrenar a alguno de ellos porque fueron los primeros con los que empecé a mirar boxeo.
¿Tiene algún referente argentino en la dirección técnica?
No tengo uno en particular. Si miro mucho a los colegas de antes o los que tengan campeones, pero no tengo uno en particular de cabecera. Me gusta ir mirando y sacar algo de cada uno.
¿Recurrís a Youtube para ver entrenamientos de técnicos como Freddy Roach, Robert García o Eddie Reynoso?
Sinceramente no, puede que alguna vez allá visto o si me topo con un video en las redes, lo veo. Pero no voy al grano, a buscar algo.
¿Hay que trabajar en el aspecto educativo en los boxeadores jóvenes?
Si, definitivamente. Sobre todo, cuando vienen chicos con la idea de vivir del boxeo o hacer algo importante. Sabemos que es muy difícil lograr algo y en el caso de no poder es bueno tener otras herramientas para situaciones que se van presentando. Me parecen fundamentales la educación y el estudio.
¿Los boxeadores amateurs y profesionales pueden trabajar o estudiar a la par de sus carreras boxísticas?
De hecho, lo hacen, más por necesidad que por otra cuestión. El boxeador es muy difícil que pueda vivir cien por ciento del boxeo salvo que cuente con la ayuda de un promotor o sponsor. La mayoría necesita trabajar para poder vivir. No es lo ideal por un montón de cuestiones. Un ejemplo es el boxeador que viene a entrenar después de una jornada dura de trabajo, uno no puede exigirlo al máximo y por eso, a veces, no se puede apreciar cuál es su potencial.
Si tiene un boxeador amateur que al inicio de su carrera acumula derrotas, empates y acumula golpes ¿El entrenador puede indicarle el final de su carrera o se busca la vuelta para que cambie su rendimiento?
Puede depender del caso. Hay casos que como amateur acumularon derrotas y después les fue mejor en la parte profesional. Ahora si acumulan muchas derrotas y se ve que sienten las manos no tiene mucho sentido seguir. Hay que tener el máximo de cuidado en las decisiones que uno toma porque en el paso a profesional la salud entra en juego mucho más que en la parte amateur.
¿Cuál es el mayor logro al que aspira un entrenador?
Dejar una marca en los chicos que pasan por mis manos, sobre todo en la parte humana. Me gusta dejar algo y que no pase desapercibido lo que uno hace. A nivel logros, como sueño máximo un campeón del mundo, formado por uno desde la exhibición hasta que se consagre.
¿Es una profesión redituable económicamente?
No, si uno vive del boxeo competitivo. Una generalidad, salvo que tengas algún boxeador que compite en Estados Unidos. De esa manera sí, pero antes de llegar a ese nivel no lo fue. El boxeador profesional no gana mucho dinero y de ese poco dinero que gana es un porcentaje muy bajo para el rincón y hay casos como el mío que se divide porque en la esquina somos dos.
Definité como entrenador
Me considero un entrenador joven en constante crecimiento que me gusta aprender día a día de la misma experiencia que me da el camino que voy recorriendo. Ser un poquito mejor de lo que fui ayer.