Por Avelino Zurro.
Jazmín Villarino es la protagonista de la sección que busca sensaciones y definiciones por parte de boxeadores y boxeadoras sobre sus vivencias tanto arriba como abajo del ring.
Su campaña como amateur fue de 39 combates de las cuales perdió 9. Integró la selección argentina y disputó el Mundial de Astana (Kazajistán) en 2016. En la actualidad es profesional, lleva un récord de 6 combates y en su última presentación, el 27 de marzo pasado, venció a Roxana Ayelen Bermúdez.
Compartimos los puntos de vista de Jazmín sobre el boxeo argentino:
¿Qué es el boxeo para vos?
Ahora mismo después de mucho sacrificio puedo decir que es mi vida. Vivo del y por el boxeo. También es el lugar donde hago sociales, amistades y es toda mi terapia.
¿Por qué boxeas?
Yo también me lo pregunto porque es algo raro subir al ring para golpear o ser golpeado. Además, llegue de casualidad a un gimnasio a los 15 años, cuando mi mamá me vio que estaba sin rumbo o camino por seguir y gracias a Dios entré a un lugar donde enseñaban boxeo. A partir de ahí hice de esto un estilo de vida.
¿Qué sentís arriba del ring respecto a tus rivales?
Lo que aprendí con el boxeo es que no se puede subestimar absolutamente a nadie. Cualquiera te puede sorprender, peleas son peleas y que el que esta arriba va a dejar todo para ganar al igual que vos. Siempre alerta y trato de no involucrarme en la vida personal de las boxeadoras que voy a enfrentar. Lo hago porque no me ayuda en la competencia. Puedo sentir algo o tener empatía o cariño. Siempre hay buena onda, pero antes de pelear no quiero saber nada, después si hablamos y hay relación.
¿Qué sentís cuando bajas del ring después de una pelea?
Es el momento más feliz o el que más te llena de todo lo vivido entre planificación, entrenamiento y pelea. Hay mucho sacrificio en todo esto y hay que aprender a disfrutar. En las peleas son muchos los nervios y en el momento que bajas, si ganas, estas muy feliz en cuanto que dio sus frutos todo lo que se hizo. Pero también recuerdo mi debut en el que perdí, pero bajé feliz por todo lo que significó ese momento.
¿Qué te dio el boxeo hasta ahora?
Podría decir que es lo que no me dio. Todo lo que tengo es gracias al boxeo. Mi hijo es fruto del boxeo porque su papá me conoció arriba del ring. Toda gira en torno al boxeo: las grandes amistades, la seguridad frente a la vida y la disciplina que me dio.
¿El boxeo te quito algo de tu vida que quisieras recuperar?
Particularmente no me saco nada, en su momento hice algunos sacrificios que eran innecesarios o me perdí algunas salidas o reuniones que a la larga y en la sumatoria no me aportaron mucho o no me perdí tanto.
¿Cuáles son las características de las boxeadoras argentinas?
Los ovarios y la garra que le ponen a todo. Cuando fui al Mundial de Kazajistán vi lo preparados que estaban otros países y el apoyo económico que tenían. Eso se nota mucho en temas como la preparación física y la alimentación. A pesar de eso, las boxeadoras argentinas, subimos al ring sin miedos y lo damos todo. También se nota en los boxeadores como el caso de Marcos 'El Chino' Maidana que subió dos veces a pelear con Mayweather y lo dio todo.
¿Alguna vez tuviste miedo arriba del ring?
El miedo que tengo arriba del ring es a defraudar a la gente que me apoya y apuesta por mí. Miedo a perder, no a que me lastimen.
¿Por qué se dice que el boxeo es el deporte indicado para ayudar a chicas y chicos con dificultades tales como adicciones, marginalidad, problemas físicos o psicológicos?
Cualquier deporte ayuda a esos problemas que nombramos antes, lo que pasa es que el boxeo al ser tan popular te da la facilidad de arrancar. Quizás el tenis o hockey es de otro nivel y para un pibe de la calle eso es más difícil. Creo que va en lo social. Cualquier deporte va ayudar a cualquier persona a relacionarse, salir de la calle y va a ser muy sano.
El boxeo profesional en la Argentina ¿Se lo vive como un deporte o como un trabajo?
Hay que vivirlo netamente como un deporte, una pasión y olvidarse de la cuestión económica. Es muy difícil, no imposible, pero me parece que si te queres salvar no tenes que ser boxeador, deberás ponerte a trabajar o estudiar. Yo vivo del boxeo porque doy clases. Si dependo de las peleas que salen, que se caen o que no están bien pagas, no tenes ninguna seguridad para poder vivir de eso. Es complicado porque hay que hacerlo muy profesionalmente porque subirse a boxear no es ninguna tontería. A la vez requiere que tengas que seguir trabajando por otro lado y eso te perjudica porque no le dedicas el tiempo suficiente de preparación y descanso.