Por Avelino Zurro.
Julián 'Chispita' Aristule protagoniza una nueva entrega de la sección destinada a contar sensaciones y vivencias de boxeadores y boxeadoras tanto arriba como abajo del ring.
Aristule es boxeador profesional desde el 17 de marzo de 2007. Al día de la fecha acumula un récord de 50 combates. Se enfrentó a los mejores exponentes de su división: Melián, Pedraza, Rueda, Cusolito, Sarmiento, Luques Castillo y al ghanés Isaac Dogboe.
Fue campeón argentino y latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en la categoría súper gallo. Combatió en Colombia, Australia y dos veces en Estados Unidos.
Compartimos las respuestas que nos dio Aristule para seguir conociendo al boxeo en Argentina,
¿Qué es el boxeo para vos?
Contando mi etapa amateur y la de profesional, estoy desde hace más de veinte años en esto y para mí con todo ese tiempo que lo estoy atravesando, el boxeo es un antes y un después en mi vida. Significa eso porque me dejó marcado en muchas cosas.
¿Por qué empezaste a boxear?
No es una pregunta difícil, sino que no tiene respuesta para mi. Desde chico cuando me preguntaban que iba a ser de grande, siempre respondía: 'boxeador'. Decía eso sin que me gustara el boxeo. No miraba peleas, ni algo por el estilo, simplemente sabia que mi papá había sido boxeador y nada más. Con el tiempo, después de los 14 años que muere mi madre, fue donde realmente me decidí por el boxeo. Practiqué muchos deportes, siempre me gustó el deporte individual, de valerse por sí solo, es por eso que me decidí por el boxeo.
¿Qué sentís arriba del ring respecto de tus rivales?
En mi caso nada. Siempre respeto al rival y al equipo que lo acompaña, más allá de ganar o perder.
¿Qué sentís cuando bajas del ring después de una pelea?
Siempre pensas en el momento que bajas. Ahí evalúas lo bueno y lo malo que hiciste para esa pelea. Te suma mucho porque haces un repaso del entrenamiento y de las cosas que te privaste. Te planteas lo bueno y lo malo que hiciste para la pelea o si pudiste hacer algo más en un entrenamiento, pero por algún motivo no lo hiciste.
¿Qué te dio el boxeo hasta ahora?
Me dio mucho, calculo que en todos los deportes debe pasar lo mismo, pero pienso que en el boxeo lo principal es la amistad y el respeto. Son cuestiones importantes de la vida. Uno aprende a pelear y pelear pero la vida no siempre es eso. A veces hay que pensar un poco. Lo primero que te da son amigos y conocidos. De chico me tuve que ir de mi pueblo (Laboulaye)y me radiqué en otra ciudad (Pergamino) y conocí mucha gente. Más allá de los logros deportivos, el boxeo me dio la posibilidad de conocer gente amiga que lo vale todo.
¿Cuáles son las características del boxeador argentino?
Le ponemos el inmenso corazón que tenemos y vamos contra todo. El boxeador argentino siempre tiene eso, más allá de que sea técnicamente superior o inferior que su rival. Siempre se lo identifica por eso y sobresale en las peleas.
¿Alguna vez tuviste miedo arriba del ring?
En mi caso, no. Te preparas para pelear, recibir y tirar golpes. Depende del estilo del boxeador, se puede recibir más golpes que lo normal, pero el miedo a mi no me paso. He peleado con boxeadores que sabia que les ganaba o con boxeadores que sabía que me iba a resultar muy difícil ganarles, pero miedo no tenia. Nunca me paso, puede pasar de estar nervioso, pero con miedo, no.
¿Por qué se dice que el boxeo es el deporte indicado para ayudar a chicos y chicas con dificultades psicológicas, físicas, de adicciones o marginalidad?
Es un cable a tierra. Recuerdo que cuando vivía en Pergamino, estaba encargado de un gimnasio al que iba un Fiscal y calentaba solo 5 minutos y después iba derecho a pegarle a la bolsa. Hacia 4 o 5 rounds y le pegaba palo y palo. Terminaba y me decía: 'Gracias Julián, esto es una terapia para mi, me desconecto y me olvido de todo, es como un cable a tierra. Está muy bueno este deporte'. Y es eso, un cable a tierra. Si tenes distintos tipos de problemas, esto le sirve a todo el mundo.
El boxeo profesional en la Argentina ¿Es un deporte o un trabajo?
Esto es difícil porque un boxeador cuando arranca, salvo los que vienen con una buena etapa de amateur y tenes apoya, al boxeador que no cuenta con esa ayuda, al boxeo lo toma como un trabajo. Si o si, hay que trabajar para mantener a tu familia, a mi me pasó. Con esas condiciones, después de una pelea en la que sabes que lo diste todo, sentís una satisfacción muy importante.
¿El boxeo le quitó algo de su vida que quiera recuperar?
Un boxeador profesional es un atleta que debe cuidarse mucho y por eso te perdes muchas de esas fechas importantes como el cumpleaños de tu hija, el tuyo mismo o el de tus padres. Faltas a fiestas de tu hija en el jardín y en la escuela. Es un poco difícil pero siempre lo tomé bien porque hacia lo que me gustaba. Es lo que uno eligió y hay que ser coherente. El deporte te va atrapando y ahí te quedas.
¿Qué enseñanza te dio el boxeo que la apliques en el día a día de tu vida?
Te enseña mucho, más que todo a respetar. También a perder, porque en el boxeo perdes mucho, en todo sentido. Lo bueno que de cada derrota se aprende, como en la vida. A veces te golpea y te sigue golpeando, pero tenes que levantarte. El boxeo pule a los guerreros. Eso es lo que tiene más allá de los logros de tus carreras, de las victorias, empates y derrotas. Te pule y te forma como un guerrero, porque, aunque te retires en el día de mañana, seguís enseñando o apoyando a boxeadores.