Por Avelino Zurro.
Maximiliano Hernán Guerra es el nuevo participante de la sección destinada a conocer sensaciones sobre lo que viven, arriba y abajo del ring, nuestras boxeadoras y boxeadores.
Guerra en su etapa amateur disputó entre 50 y 60 combates. Hoy en día es boxeador profesional, categoría welter, y lleva una campaña con siete presentaciones. Su octava pelea será el día 26 de febrero contra Carlos Leonel Laciar en la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz.
Compartimos sus respuestas:
¿Qué es el boxeo para vos?
Es todo para mí. Es una escuela de vida. Me educó y me enseñó a tener valores. Es parte de mi y voy a estar en el boxeo hasta el día que me muera. Me dio todo y soy la persona que soy gracias al boxeo. Si no estaría en mi vida no se que haría ni por donde andaría. Le agradezco todo.
¿Por qué boxeas?
Primero empecé porque me gustaba. Después pasé al amateurismo y me emocioné al ver resultados. Te das cuenta que mejoras en varios aspectos, sentís que pegas más fuerte que el otro, entre otras cosas. Sigo para demostrar que en base a esfuerzos no hay nada imposible. Cuando arranque a boxear entre a un gimnasio con 106 kilos. Diez años después peleo como profesional con 63,500 kg.
¿Qué sentís arriba del ring respecto a tus rivales?
No siente nada por el rival. Tengo que salir a ganar como sea. La otra persona está en la misma situación que yo entonces salgo a hacer mi laburo.
¿Qué sentís cuando bajas del ring después de la pelea?
Depende de la pelea. Si fue un peleón y gané, me voy muy contento a mi casa y es una sensación que no se puede explicar con nada. Cuando te dan perdedor por un mal fallo o porque no les gustó tu cara a los jueces, te vas con una frustración tremenda, incluso con ganas de dejar todo, de no pelear más. En la última pelea me fui con una gran satisfacción, aunque me la dieron perdida, pero quede muy contento con lo que hice. Se que no cualquiera lo hace por eso quedó muy satisfecho.
¿Qué te dio el boxeo hasta ahora?
Me dio todo, hasta mi casa, que la tengo a través del boxeo. Me dio mi laburo porque doy clases de boxeo. Le debo todo. Me dio muchísimas alegrías y muchísimo llanto como todo deporte.