Boxeo

SERGIO VÍCTOR PALMA

Por Avelino Zurro.

En 1971 cayó a vivir a media cuadra de mi casa el boxeador profesional Néstor Ibañez, le decían El Cenizo porque era albino. Yo lo miraba pasar y me parecía una especie de Dios del Olimpo. Estaba tan 'brotado' con el boxeo, que al grupo de muchachos que solíamos juntarnos para jugar al fútbol, terminé cambiándoles el 'picado' por peleas con guantes de trapo. A veces veía que El Cenizo se asomaba para vernos. Hasta que un día, venciendo mi timidez, decidí golpearle la puerta.

'Disculpe usted…pero yo quisiera saber cómo tengo que hacer para ser boxeador. A mí me gusta mucho esto del boxeo, vio…'.

'Sí, ya me di cuenta', me dijo sonriendo.

Y en dos minutos me resolvió lo que yo suponía era muy complicado. Me dijo: 'Mira: Te tomas el colectivo 219 hasta el Correo Central, caminas hasta la calle Bouchard y doblas por Lavalle hacia avenida Madero. Ahí está la entrada del gimnasio. Pregunta por Santos Zacarías, es un buen muchacho y enseña muy bien'. Así de simple.

Don Santos me escuchó, miró mi metro cuarentiocho centímetros y mis 45 kilos quizá con algo de incredulidad, pero de todas formas me hizo pasar a lo que se conocía como la Oficina del Interior donde me tomaron mis datos, me indicaron como llegar a la FAB, donde me revisaría un medico y me autorizaría, o no. Pero sí, me autorizó.

Me explotó el corazón. Supe que ya no había distancia entre mi mundo y el infinito.

Fuente: 'Con Letra de Campeón. Vida, Gloria y Tragedia de Sergio Víctor Palma'. Autor Hugo Biondi. Editorial Corregidor. Año 2012.

Diseño Gráfico: Sebastián Villamil

GOLPE BAJO

ELIO IBARRA: EL BOXEADOR QUE NUNCA QUISO SER PROFESIONAL

PROFESIONALES VS AMATEURS: ¿QUIEN GANA?