Por Avelino Zurro
Una nueva entrega de la sección que reúne a los periodistas especializados en boxeo. En esta oportunidad contamos con la participación de Walter Vargas, uno de los referentes argentinos del periodismo deportivo.
Ejerce la profesión desde abril de 1978 y es docente desde 1985. Es autor de varios libros entre los que se encuentran: 'El túnel del centenario', 'Equipos Cortos', 'Periodistas Depordivos' y 'Fútbol Delivery'.
En las respuestas de Vargas se aprecia su extensa trayectoria, sus gustos boxísticos y algo que lo eleva junto a los notables del periodismo como Ernesto Cherquis Bialo y Carlos Irusta, la manera en que escribe.
Compartimos el cuestionario con las valoraciones de Walter Vargas:
¿Cómo se inició en el periodismo especializado en boxeo?
Fue en abril de 1978. Viajé de mi Berisso natal a Buenos Aires y pedí trabajo a Hernán Santos Nicolini, director de la revista Cuadrilátero. Hernán fue mentor y maestro y maestro también fue Alfredo Beherens.
¿Quiénes son sus referentes en está profesión?
Especialistas de boxeo, varios. Me nutrí de unos cuantos. Los propios Nicolini y Beherens, Horacio García Blanco, Ulises Barrera, Enrique Martín, Osvaldo Príncipi, Carlos Irusta, entre otros. Ahora nadie ha escrito ni escribirá de boxeo mejor que Ernesto Cherquis Bialo. Sus textos en la revista El Gráfico, con la firma de Robinson, son de antología.
¿Cómo se mantiene informado?
De todo un poco. Sobre todo, portales alguno de los cuales constan en Facebook, la única red social en la que estoy.
¿Practicó boxeo en algún momento de su vida?
No. Apenas si dos veces que a lo más constan en un anecdotario. De chico, en mi barrio natal, un amigo y yo recibimos de regalo guantes de boxeo. Hicimos una linda pelea. Los guantes no sirvieron para más. De la otra estoy orgulloso. Un par de rounds en la terraza de su casa de Quilmes con mi amigo Sergio Palma, cuando ya era campeón del mundo. Se limitó a defenderse, pero recibí un simple guantazo que me hizo ver los pajaritos.
¿Cuáles fueron los tres mejores combates que presenció?
Elegir tres es arbitrario. Podría enumerar docenas. Tal vez si me lo preguntan la semana que viene, respondería diferente. Por TV, Alí-Frazier en Manila, Leonard-Hagler y Monzón-Mantequilla Nápoles. In situ, al borde del ring, Coggi-Pajarito Hernández (el ring, las plateas y las populares parecían electrificadas). Pocas veces registré una tensión semejante. Otra, Ballas-Rafael Pedrosa en el Luna Park, un baile descomunal de Gustavo, ante un rival calificado. Y la tercera que acude a mi memoria es una de Uby Sacco en Mar del Plata. Contra Ramón Abeldaño. Me emocionó de qué manera Uby boxeaba peleando y peleaba boxeando. Una delicia.